Para esas trabajadoras a tiempo completo, cuidadoras y salvadoras incondicionales, esas que no entienden de horarios ni de fechas, esas que aceptan con el corazón incluso aquellas cosas que no comprenden con la cabeza, esos ángeles de la guarda que nos recogen cuando nos caemos, esas mujeres que son incapaces de dormir o respirar hasta que se aseguran de que estamos bien, esas heroínas que cambiarían su vida por la nuestra para evitarnos hasta el mas mínimo sufrimiento... Y en especial para una de ellas, mi heroína particular: mi madre.
Hay quien dice que nuestra personalidad, nuestra forma de ver el mundo y nuestro comportamiento son el resultado de una predisposición genética... Otros afirman que depende de la educación que hemos tenido... Algunos opinan que depende del trabajo personal que hacemos con nosotros mismos por vaciar nuestras mochilas y llenarlas de cosas nuevas... De la experiencia adquirida a medida que caminamos por el mundo. Probablemente somos un conjunto de todas esas cosas, pero, en mi caso, siempre he estado convencida de que no seria quien soy si no hubiera tenido la suerte de haber tenido la familia que tengo.
Cuando somos niños, copiamos conductas. Y, como todos llevamos un niño dentro, en mi caso, mi "niña" me recuerda cada día que tengo a mi lado un referente claro de la persona que quiero ser.
Por vivir con la honestidad como lema, por hacer un esfuerzo constante por entender incluso las cosas no compartes, por dar consejos sabiendo que a veces no los voy a seguir y no decir " te lo dije" cuando descubro que debería haberlos seguido, por apoyarme en lo personal y en lo profesional cada día de mi vida, por enseñarme que en la vida todo se consigue con esfuerzo y constancia, por no juzgar a nadie y perdonar a todo el mundo, porque las palabras rencor, orgullo y prejuicio no existen en tu vocabulario, por tu empatía, tu generosidad y tu espíritu de sacrificio, por no emitir jamas juicios morales y por enseñarme a vivir sabiendo que nada esta mal si te hace feliz y no hace infelices a los demás, que la grandeza de las personas reside en sus corazones, que la paciencia y la templanza son la base para tomar buenas decisiones, que no es malo equivocarse si nuestros errores nos sirven para aprender y que los sueños se pueden hacer realidad.
Por encontrar objetos desaparecidos, por frases como " llevate un paraguas, parece que va a llover", por ver siempre mas allá, por no ser capaz de dormir tranquila si estoy en casa de visita y salgo por la noche aunque tenga 30 años y lleve diez viviendo sola, por preguntarme cada día si he comido bien y si voy abrigada cuando hace frío, por tus llamadas diarias para hablar de todo o de nada, por tu capacidad para saber lo que estoy pensando incluso cuando intento ocultarlo, por adivinar a quinientos kilómetros de distancia que me duele la cabeza, la espalda, el estomago o que he tenido un dia duro...Y por ser igual de "cabezona" que yo.
Por ser mi heroína particular: tenaz, generosa, trabajadora incansable, comprensiva, empatica, tolerante e inteligente y a pesar de ello seguir luchando por ser cada día mejor persona...
Por todas estas cosas, hoy, la niña que llevo dentro y yo te damos las gracias.
Te quiero, mamá.